La historia se desenvuelve en una línea temporal levemente diferente a la actual. La explosión de información y desinformación es considerada como una amenaza directa para la sociedad, lo que lleva al gobierno a la creación de una agencia estatal que ejerce el control sobre todas las publicaciones y medios de comunicación.
Pasados treinta años, en el 2019, el control que ejerce la agencia, ahora opresivo, se ve contrarrestado por las acciones que llevan a cabo las Bibliotecas contra los abusos de poder, materializados en una extrema censura. La trama se desarrolla a través del enfrentamiento entre ambas organizaciones, el Comité para la Mejora de los Medios de Comunicación y las Fuerzas de Seguridad de las Bibliotecas.