Última parte de una trilogía, tras "Poveri ma belli" y "Belle ma povere". Salvatore y Romolo se acaban de casar con sus respectivas novias. Se instalan todos en casa de Romolo, en la que aún no han terminado las obras, ya que Salvatore está pendiente de encontrar una casa. Para colmo, le han despedido del trabajo, y su mujer ve que quizá haya hecho mal en casarse. Así se enfadan y Salvatore se va de casa, siendo atropellado en la calle y perdiendo la memoria. Le recoge una hermosa y joven señorita rica, que se enamora de él, es la dueña de los grandes almacenes donde trabaja Romolo, y le nombra director general...